El frente asturleonés fue reducido por la parte oriental, tanto por el este, propiamente dicho, como por el sur.
Al norte del Puerto de Pontón se estableció un frente, relativamente pasivo, que permaneció estable debido a la dificultad orográfica.
A medida que las tropas sublevadas avanzan por el oriente asturiano, la defensa del Desfiladero de los Beyos se demuestra inviable en la medida en que carezca de retaguardia. Así, se abandona ese sector republicano del Frente de los Puertos, no sin antes llevar a cabo la necesaria labor de entorpecimiento del avance de las tropas enemigas. La medida más efectiva era destruir los puentes que salvaban el curso del río Sella.
Hoy, como se puede apreciar, todos los puentes son nuevos, de factura reciente. Todos de posguerra.
En Puente Vidosa todavía se puede observar en el lecho del río, cuando el caudal no es elevado, un resto del puente de hierro que había en 1937.
Las siguientes son imágenes del puente en el cauce, del puente actual y de una imagen histórica de aquel, cuando estaba en funcionamiento: